Escritura automática
Veamos a continuación un ejemplo de escritura automática:
Luna lunera cascabelera vía vía en este pie no hay de luna ni de lata para la lenta más lejana lima limón con jabón ilusiónate nomás nada nunca nubes nieve nanas negras necesidad de frutas nabos fritos y Felipe fue rey rengo en la república de los renegones ahora mentiras montones de mentiras en las manos
La escritura resultante de las escrituras automáticas puede considerarse "la materia prima" para trabajar un poema o una prosa, según lo sugiera el coordinador del taller. En este caso, el producto final es un poema breve, que se "forma" luego de subrayar los versos que más agradaron al autor:
Luna lunera cascabelera
Vía vía en este pie
no hay de menta ni de luna
para la niña más lejana.
Ayer Felipe fue mi rey
ahora sólo montones
de mentiras en mis manos.
Otra variable podría ser que cada estudiante por turno "diga" mentalmente el abecedario y los demás pidan que se detenga en determinado momento. De ese modo la letra con la que se elige escribir es tomada al azar. Se puede realizar el procedimiento las veces que sea necesario, evitando cortes abruptos en la escritura de los participantes, es decir, se vuelve a elegir letra sólo cuando ya a la mayoría no se le "ocurre nada".
Luego del juego, la propuesta de subrayar las partes de las propias escrituras que más les agraden a los autores, debería ser acompañado por el coordinador que mientras circula por las mesas de trabajo, puede hacer comentarios y sugerencias que estimulen constantemente el desarrollo de la creatividad, sin recurrir a intervenciones correctoras como se describió en la primera parte.